POESÍA

Luis Alcocer Martínez

 

Paisajes que Soledad y VientoUrden en Noches Como Ésta

 

Nada es real esta noche, est· vacÌo el mundo,
las estrellas me miran desde sus cuencas rotas,
una mancha de esperma cubre el lienzo nocturno de Sur a Norte,
la luna se columpia
en el viento, los ·rboles
no han dormido,
se inclinan borrachos.
Alguien canta a lo lejos en medio del murmullo de avenidas,
faroles, perros, calles largas.
Desde esta ventana el cielo me contempla,
soy humo que se eleva de la hoguera de basura,
agua por el drenaje tras la lluvia,
enjambre de moscas sobre los ojos del gato muerto.
Nada puede ser real bajo el signo solemne de la luna,
nada sobre el asfalto empedrado de ratas aplastadas
salvo montones de basura, hojas, huesos.
Largas voces de viento se reúnen
oscuras convocan al espanto,
la sangre, la huída inútil.

Llena la plaza de gritos, maldiciones,
un frío intenso escarcha los cabellos, labios amoratados, resecos.

Lo único real es el frio de esta noche,
no las estrellas, el cielo, o las nubes perdidas.
Sólo el frío que el aire cuela por debajo de mi ropa,
pelo erizado, golpeteo inacabable de los dientes;
cruzo los brazos sobre pecho, me duele el viento,
las manos rígidas, el frío en las orejas expuestas.
Las calles se deslizan en este mundo irreal en que los perros acosan en cada esquina,
este universo de grietas y penumbras,
mientras
en desoladas plazas la luna.

Paisaje que soledad y viento urden en noches como ésta.

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